La Trama de la Vida, [The Web of Life, en su original inglés de 1996] es una conocida obra del físico teórico austriaco y eminente pensador sistémico Fritjof Capra autor entre otros títulos de The Tao of Physics, The Turning Point, Belonging to the Universe, The Hidden Connections y la más reciente The Science of Leonardo.
La Trama de la Vida tal vez no haya tenido el impacto mediático que tuvo la legendaria y popular opera prima de Capra El Tao de la Física, sin embargo la considero una obra más madura y muy bien argumentada, en la línea que comenzó con El Punto Crucial y continuó con Las Conexiones Ocultas.
La Trama de la Vida es un libro esencial para entender el origen y desarrollo del pensamiento sistémico y a diferencia del carácter aplicativo que tiene la obra de otro maestro como Peter Senge, Capra se orienta en La Trama de la Vida hacia lo filosófico, epistemológico, histórico y también matemático del pensamiento sistémico, aunque la parte matemática que le dedica es residual y meramente introductoria.
Fritjof Capra es un pensador sistémico que no pertenece a ninguna corriente o escuela formal por así decir y esa independencia de criterio le permite disponer de amplia libertad de pensamiento para realizar interesantes piruetas intelectuales partiendo casi siempre de su campo de especialidad, así sus obras son verdaderas danzas entre la física y otro campo, ya se trate de la física y la espiritualidad (El Tao de la Física, Pertenecer al Universo), la física y la biología (La Trama de la Vida), la física, la ecología y la política (Las conexiones ocultas) y la física y casi todo lo demás (El Punto Crucial).
Tal vez Capra sea, como físico experimentado, uno de los mejores embajadores de la crítica al pensamiento mecánico-newtoniano que domina un amplio espectro de disciplinas académicas que han quedado ancladas en una concepción cientifista fundada en un paradigma obsoleto que paradójicamente tiene su origen en una física clásica superada por la nueva física, de ahí que es fácil seguirle el argumento y la pista una vez se entiende el poder que sigue teniendo el paradigma dominante newtoniano en nuestras vidas. Leer a Capra es sentir una liberación del pensamiento constreñido por ese pensamiento mecánico y abrirlo a las posibilidades que nos ofrece el pensamiento sistémico de la mano de este científico inclasificable.
Sin más dilación doy paso al maestro Capra en una entrevista que le hicieron en el diario La Vanguardia hace ahora unos cuatro años. Que lo disfruten.
“Mente y materia son las dos caras de la misma moneda”
69 años. Nací en Viena y, desde hace 30 años, vivo en California. Soy profesor y activista medioambiental. Casado y con una hija. Urge un cambio profundo en las estructuras empresariales, de estilo de vida y tecnológicas si queremos sobrevivir. Estoy cerca del budismo. La actual crisis económica y de seguridad, el agotamiento de los recursos y el cambio climático son distintas facetas de la misma crisis: una crisis de percepción.
Algo hacemos mal, eso está claro.
Las grandes instituciones sociales, los líderes de empresa, los políticos, los profesores universitarios…, todos estamos fijados en una visión del mundo totalmente obsoleta en el marco de un mundo globalizado y en crecimiento poblacional.
Descríbame esa visión obsoleta…
Es una visión del mundo muy tecnicista y mecanicista que entiende el universo como una gran máquina formada por distintos elementos que funcionan conjuntamente. De la misma manera entiende el cuerpo humano como una máquina totalmente separada de la mente, y la evolución, como una lucha competitiva para conseguir la subsistencia.
Una visión muy fragmentaria.
No hay una solución para un problema, todo está íntimamente interconectado.
¿Cuál sería la mirada correcta?
Requiere otra manera de pensar que tenga en cuenta las relaciones, los contextos y los patrones, lo que en la ciencia se denomina pensamiento sistémico o ecológico. Existe un choque muy profundo entre nuestra creencia de que el crecimiento es ilimitado y el hecho de que nuestro planeta sea finito.
Una gran contradicción.
Y esto refleja también la dicotomía entre el pensamiento lineal y las previsiones de futuro que hacen nuestros economistas, y el carácter no lineal de la biosfera.
Usted va más allá, roza la espiritualidad al afirmar que todo es uno.
Cuando uno se pregunta cuál es la esencia de la vida espiritual y estudia las enseñanzas y las escrituras de los grandes místicos de todas las culturas, encuentra un denominador común: un sentido muy profundo que implica estar conectado con algo más grande que nosotros mismos, con un todo. Y esa es la perspectiva ecológica del mundo.
¿Qué tiene de científica esta visión?
La ciencia en el siglo XX ha experimentado un cambio de paradigma muy profundo en su visión del mundo. Nuestros conocimientos actuales nos llevan a ver el mundo material como una red de relaciones inseparables. Y en cuanto a la separación entre cuerpo y mente, hemos comprobado que cada célula individual es un sistema cognitivo vivo de por sí, conectado con todo lo demás.
¿Y eso qué implica?
Que la mente y la materia son las dos caras de la misma moneda. La mente es la cara de los procesos, y la materia, la de las estructuras. Y el planeta se entiende como un sistema vivo que se organiza y se regula a sí mismo.
La teoría de Gaia.
Exacto. Por tanto, esta visión espiritual de que nosotros formamos parte de un todo interrelacionado, y que este todo está vivo, tiene una base científica.
¿Cómo desde la física, disciplina alejada de cualquier creencia, llegó al taoísmo?
Los físicos hemos ido estudiando la materia cada vez en mayor profundidad, y hemos observado que cuando se llega al nivel atómico y subatómico, el lenguaje y las imágenes con las que nos encontramos ya no son puramente mecanicistas como en niveles mayores, observamos que existen una serie de patrones de energía y una red de interrelaciones constantes. Esa revolución científica es la que describo en El Tao de la física, y la comparo con la visión de los místicos orientales.
¿Visión aplicable a todas las disciplinas?
A principios de 1930 se dio en Europa una etapa de diálogo muy profundo entre biólogos, psicólogos y ecólogos. Todos estudiaban sistemas vivos: individuos, sistemas sociales y sistemas ecológicos, y todos intentaban entender la naturaleza fundamental de la vida.
¿Y?
Fue así como se dieron cuenta de que para describir un sistema vivo es fundamental la relación que se establece entre las distintas partes de ese organismo. Tanto los físicos como los que se dedicaban a las ciencias de la vida llegaron a la misma conclusión: para analizar cualquier situación, necesitamos basarnos en las relaciones, los contextos y los procesos.
Entonces, ¿cuál es la actitud para remontar esta crisis?
Hay que atar cabos, ver cómo se interrelacionan todas las cosas porque no existen problemas aislados. Por ejemplo: que nosotros conduzcamos un determinado tipo de coche, que hagamos un uso concreto de la energía, significa que tendremos más emisiones de efecto invernadero.
… Y esas emisiones provocarán el calentamiento del planeta.
Sí, y a su vez, ese calentamiento hace que se deshiele un glaciar en Asia que provoca que los grandes ríos que salen del Himalaya, el río Amarillo y el río Ganges, se queden sin agua, lo que acaba en hambrunas. Por tanto, nuestras propias opciones individuales, nuestras decisiones, tienen implicaciones globales, todos somos responsables.
Tomo nota.
La buena noticia es que existen soluciones para muchos de los problemas del mundo actual, y muchas son sencillas: tenemos los conocimientos, disponemos de las tecnologías y de la capacidad financiera necesarias para conseguir una sociedad sostenible. Lo único que nos falta es la voluntad política.
Para saber más: Fritjof Capra en Wikipedia [inglés] y Fritjof Capra en Wikipedia [castellano]
Fritjof Capra (home page) [inglés]
Center for Ecoliteracy [inglés]
Interview with Fritjof Capra by Francis Pisani (pdf) [inglés]
La Trama de la Vida tal vez no haya tenido el impacto mediático que tuvo la legendaria y popular opera prima de Capra El Tao de la Física, sin embargo la considero una obra más madura y muy bien argumentada, en la línea que comenzó con El Punto Crucial y continuó con Las Conexiones Ocultas.
La Trama de la Vida es un libro esencial para entender el origen y desarrollo del pensamiento sistémico y a diferencia del carácter aplicativo que tiene la obra de otro maestro como Peter Senge, Capra se orienta en La Trama de la Vida hacia lo filosófico, epistemológico, histórico y también matemático del pensamiento sistémico, aunque la parte matemática que le dedica es residual y meramente introductoria.
Fritjof Capra es un pensador sistémico que no pertenece a ninguna corriente o escuela formal por así decir y esa independencia de criterio le permite disponer de amplia libertad de pensamiento para realizar interesantes piruetas intelectuales partiendo casi siempre de su campo de especialidad, así sus obras son verdaderas danzas entre la física y otro campo, ya se trate de la física y la espiritualidad (El Tao de la Física, Pertenecer al Universo), la física y la biología (La Trama de la Vida), la física, la ecología y la política (Las conexiones ocultas) y la física y casi todo lo demás (El Punto Crucial).
Tal vez Capra sea, como físico experimentado, uno de los mejores embajadores de la crítica al pensamiento mecánico-newtoniano que domina un amplio espectro de disciplinas académicas que han quedado ancladas en una concepción cientifista fundada en un paradigma obsoleto que paradójicamente tiene su origen en una física clásica superada por la nueva física, de ahí que es fácil seguirle el argumento y la pista una vez se entiende el poder que sigue teniendo el paradigma dominante newtoniano en nuestras vidas. Leer a Capra es sentir una liberación del pensamiento constreñido por ese pensamiento mecánico y abrirlo a las posibilidades que nos ofrece el pensamiento sistémico de la mano de este científico inclasificable.
Sin más dilación doy paso al maestro Capra en una entrevista que le hicieron en el diario La Vanguardia hace ahora unos cuatro años. Que lo disfruten.
“Mente y materia son las dos caras de la misma moneda”
69 años. Nací en Viena y, desde hace 30 años, vivo en California. Soy profesor y activista medioambiental. Casado y con una hija. Urge un cambio profundo en las estructuras empresariales, de estilo de vida y tecnológicas si queremos sobrevivir. Estoy cerca del budismo. La actual crisis económica y de seguridad, el agotamiento de los recursos y el cambio climático son distintas facetas de la misma crisis: una crisis de percepción.
Algo hacemos mal, eso está claro.
Las grandes instituciones sociales, los líderes de empresa, los políticos, los profesores universitarios…, todos estamos fijados en una visión del mundo totalmente obsoleta en el marco de un mundo globalizado y en crecimiento poblacional.
Descríbame esa visión obsoleta…
Es una visión del mundo muy tecnicista y mecanicista que entiende el universo como una gran máquina formada por distintos elementos que funcionan conjuntamente. De la misma manera entiende el cuerpo humano como una máquina totalmente separada de la mente, y la evolución, como una lucha competitiva para conseguir la subsistencia.
Una visión muy fragmentaria.
No hay una solución para un problema, todo está íntimamente interconectado.
¿Cuál sería la mirada correcta?
Requiere otra manera de pensar que tenga en cuenta las relaciones, los contextos y los patrones, lo que en la ciencia se denomina pensamiento sistémico o ecológico. Existe un choque muy profundo entre nuestra creencia de que el crecimiento es ilimitado y el hecho de que nuestro planeta sea finito.
Una gran contradicción.
Y esto refleja también la dicotomía entre el pensamiento lineal y las previsiones de futuro que hacen nuestros economistas, y el carácter no lineal de la biosfera.
Usted va más allá, roza la espiritualidad al afirmar que todo es uno.
Cuando uno se pregunta cuál es la esencia de la vida espiritual y estudia las enseñanzas y las escrituras de los grandes místicos de todas las culturas, encuentra un denominador común: un sentido muy profundo que implica estar conectado con algo más grande que nosotros mismos, con un todo. Y esa es la perspectiva ecológica del mundo.
¿Qué tiene de científica esta visión?
La ciencia en el siglo XX ha experimentado un cambio de paradigma muy profundo en su visión del mundo. Nuestros conocimientos actuales nos llevan a ver el mundo material como una red de relaciones inseparables. Y en cuanto a la separación entre cuerpo y mente, hemos comprobado que cada célula individual es un sistema cognitivo vivo de por sí, conectado con todo lo demás.
¿Y eso qué implica?
Que la mente y la materia son las dos caras de la misma moneda. La mente es la cara de los procesos, y la materia, la de las estructuras. Y el planeta se entiende como un sistema vivo que se organiza y se regula a sí mismo.
La teoría de Gaia.
Exacto. Por tanto, esta visión espiritual de que nosotros formamos parte de un todo interrelacionado, y que este todo está vivo, tiene una base científica.
¿Cómo desde la física, disciplina alejada de cualquier creencia, llegó al taoísmo?
Los físicos hemos ido estudiando la materia cada vez en mayor profundidad, y hemos observado que cuando se llega al nivel atómico y subatómico, el lenguaje y las imágenes con las que nos encontramos ya no son puramente mecanicistas como en niveles mayores, observamos que existen una serie de patrones de energía y una red de interrelaciones constantes. Esa revolución científica es la que describo en El Tao de la física, y la comparo con la visión de los místicos orientales.
¿Visión aplicable a todas las disciplinas?
A principios de 1930 se dio en Europa una etapa de diálogo muy profundo entre biólogos, psicólogos y ecólogos. Todos estudiaban sistemas vivos: individuos, sistemas sociales y sistemas ecológicos, y todos intentaban entender la naturaleza fundamental de la vida.
¿Y?
Fue así como se dieron cuenta de que para describir un sistema vivo es fundamental la relación que se establece entre las distintas partes de ese organismo. Tanto los físicos como los que se dedicaban a las ciencias de la vida llegaron a la misma conclusión: para analizar cualquier situación, necesitamos basarnos en las relaciones, los contextos y los procesos.
Entonces, ¿cuál es la actitud para remontar esta crisis?
Hay que atar cabos, ver cómo se interrelacionan todas las cosas porque no existen problemas aislados. Por ejemplo: que nosotros conduzcamos un determinado tipo de coche, que hagamos un uso concreto de la energía, significa que tendremos más emisiones de efecto invernadero.
… Y esas emisiones provocarán el calentamiento del planeta.
Sí, y a su vez, ese calentamiento hace que se deshiele un glaciar en Asia que provoca que los grandes ríos que salen del Himalaya, el río Amarillo y el río Ganges, se queden sin agua, lo que acaba en hambrunas. Por tanto, nuestras propias opciones individuales, nuestras decisiones, tienen implicaciones globales, todos somos responsables.
Tomo nota.
La buena noticia es que existen soluciones para muchos de los problemas del mundo actual, y muchas son sencillas: tenemos los conocimientos, disponemos de las tecnologías y de la capacidad financiera necesarias para conseguir una sociedad sostenible. Lo único que nos falta es la voluntad política.
Para saber más: Fritjof Capra en Wikipedia [inglés] y Fritjof Capra en Wikipedia [castellano]
Fritjof Capra (home page) [inglés]
Center for Ecoliteracy [inglés]
Interview with Fritjof Capra by Francis Pisani (pdf) [inglés]
1 comentario:
LAMENTABLEMENTE LOS VALORES DE HOY EN DIA ESTAN POR LOS SUELOS, YA QUE DESDE NUESTRO HOGAR NO PONEMOS EN PRACTICA ESE TIPO DE EDUCACION, COMO ES EL CUIDADO DE TENER ENCENDIDOS LOS APARATOS QUE REALMENTE SE ESTAN UTILIZADOS, LA SEPARACION DE LA BASURA, EL RECICLAJE; ASI QUE LO QUE COMENTA ESTE AUTOR ES MUY CIERTO, EL PROBLEMA DEL CALENTAMIENTO GLOBAL ES RESPONSABILIDAD DE TODOS Y NO UN PROBLEMA AISLADO
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