27 de marzo de 2011

Mentes que me inspiran: Jacques Vallée

Jacques Fabrice ValléeTengo para mí que un atributo esencial de la inteligencia es la capacidad para aplicarla a situaciones complejas, de incertidumbre, “en la frontera”, lejos de la “zona de confort” de los caminos trillados, con escasa información y en ocasiones de desinformación y salir indemne, airosa o mejor aún, de extraer conclusiones originales que nos abran la mente a otras posibilidades, manteniendo la independencia de criterio suficiente para evitar el pensamiento sectario de uno u otro signo, y todo ello sin perder el sentido del humor y cierto distanciamiento crítico frente a los intentos de calificación como de descalificación.

El matemático, astrofísico e informático de origen francés Jacques Vallée ocupa un lugar destacado entre esas mentes que me inspiran. Descubrir a Jacques Vallée fue bastante cinematográfico. Fue a raíz de la película “Encuentros en la tercera fase” de Steven Spielberg (1978), cuando supe de su existencia. En este film, Spielberg se valió de Vallée para el imaginario personaje del sabio francés Claude Lacombe, protagonizado por el también director y actor galo François Truffaut.

Uno de los aspectos de su biografía que denotan la valentía de su independencia de criterio fue siendo testigo de un hecho que de algún modo marcó su deseo de buscar la verdad en el fenómeno OVNI. Sucedió cuando trabajaba como astrónomo en el Centre National d'Études Spatiales donde el equipo del que formaba parte observó un objeto desconocido que orbitaba la tierra. El objeto en particular era un satélite retrógrado, es decir, un satélite que orbita la Tierra en la dirección opuesta a su rotación, algo que en el momento en que se observó su existencia no era tecnológicamente posible. La reacción de sus superiores borrando las cintas de seguimiento, haciendo desaparecer la evidencia de un descubrimiento que contradecía el pensamiento dominante, le impactó profundamente y le reafirmó a no desperdiciar ninguna evidencia por extraña que resulte, manteniendo con ello un compromiso inquebrantable con el método científico.

Uno de los primeros libros de Jacques Vallée que literalmente devoré fue “Pasaporte a Magonia” donde realiza una disección magistral del fenómeno, que partiendo del reconocimiento de la evidencia y un enfoque multidisciplinar abre nuestra mente para ubicar el fenómeno en un contexto mayor. Además, contribuye a construir una metodología de observación y clasificación. De algún modo, Jacques Vallée actúa ante este fenómeno complejo como un verdadero sistémico capaz de recopilar la información, verificar las fuentes, aplicar metodología científica, encontrar las pautas, sugerir modelos y plantear hipótesis inteligentes, como su interesante idea del “sistema de control”, es decir, como el fenómeno OVNI parece disimularse a sí mismo, de modo que en cada época histórica de la humanidad, el mismo fenómeno se adapta a las creencias y al folklore vigentes en ese momento. En su opinión, existe una inteligencia detrás del fenómeno de manipulación social.

Después siguieron las excelentes, “Dimensions”, “Confrontations” y “Revelations”. Luego le perdí la pista durante un tiempo aunque siempre ha sido un referente para mí. Afortunadamente aún vive, sigue publicando y dispone de página web.

De este último, “Revelations”, Vallée realiza un sublime ejercicio de perspicacia a cuenta del fenómeno pero aplicable a cualquiera otra situación donde esté en juego nuestra capacidad de razonamiento frente a situaciones de incertidumbre y probable desinformación. Vallée las denominó las siete trampas del falso razonamiento y son de algún modo como señales de tráfico que nos pueden ayudar a mantener una actitud racional y crítica ante cualquier circunstancia. Os dejo con ellas a modo de resumen de esta mente inspiradora (tomado de: http://mitosdelmilenio.com.ar/mytovn17.htm).

Trampa #1: La transitividad de la extrañeza

“Todos tendemos a cometer este error que se desarrolla del siguiente modo: alguien hace una declaración muy extraña que llamaré (A). (A) por ejemplo podría ser la afirmación “estoy en contacto con una civilización extraterrestre”. Cuando a esta persona se le piden pruebas, entonces hace una declaración que se llamará (B). Por ejemplo: “Ellos me dieron el poder de torcer esta cucharilla con el pensamiento”. La persona acto seguido hace su demostración, embaucando a los observadores en el acto de torcer realmente la citada cucharilla. “El pensamiento humano, siempre proclive a sacar conclusiones prematuras, ha establecido una transición (B es verdadero, que había sido enunciado en el contexto de A, luego A debe ser verdadero), razonamiento completamente injustificable.”

Trampa #2: El efecto engranaje

“Esta singular ilusión salió a luz a raíz de que un escéptico afirmó que la mayor parte de los apasionados por los fenómenos paranormales jamás retornan a las creencias ordinarias luego de haberse convencido de la realidad de un hecho sobrenatural, incluso si después se probara que era totalmente falso. Esta ilusión no se limita a lo ufólogos. Si se consigue convencer a alguien de comprar un solo billete de lotería haciéndole entrever la perspectiva de ganar un millón de dólares, luego probablemente continuará comprando billetes, aunque no hiciera otra cosa que perder: sería una pena renunciar a la ilusión de ganar un millón de dólares la semana siguiente, tanto más cuando las pérdidas (consideradas a menudo como “inversiones”) continúan creciendo”.

Trampa #3: La secuencia de aberraciones

“Esta ilusión es de naturaleza emocional, y de hecho, es más devastadora que las dos primeras. Demuestra que la mayoría de los investigadores del fenómeno, cuando han sido embaucados una vez, continuarán sintiéndose “fascinados” por revelaciones sucesivas posteriores, incluso sabiendo pertinentemente que son falsas”. Así, un misterioso informante te avisa que un platillo va a aterrizar en tal lugar, a tal hora. Como investigador consciente, te diriges el lugar. Pero no pasa nada, ningún platillo en el horizonte. A pesar de todo "este corresponsal desde ahora se convierte para ti en una fuente de aventuras excitantes y de datos confidenciales. Crees que contrariarlo significaría privarte de sus informes. Numerosos ufólogos encuentran una curiosa forma de satisfacción y una sensación de poderío personal por tener acceso a estas fuentes fraudulentas cuyas informaciones son puras mentiras! Poco importa si el misterioso individuo no acierta nunca, desde el momento en que continúa proveyéndote atrapantes historias que responden a tus deseos.”

Trampa #4: La seducción de lo material

“He destacado que los investigadores experimentados, personas que, durante años, han estudiado los fenómenos paranormales y los efectos que se relacionan con ellos, pueden dar un vuelco total, en cuestión de horas, tras escuchar reportajes grabados de farsantes. Cierto día, en San Francisco, toda la crema de la parapsicología californiana estaba escuchando una conferencia del célebre Arthur Young (El) presenta una cinta de vídeo que contenía revelaciones sobre los pretendidos extraterrestres y sus bases secretas en la Zona 51. La mayoría de los participantes se fueron de la sala convencidos de que las pruebas decisivas por fin estaban al alcance de la mano. Es ocioso decir que no había nada de eso. Todo lo que teníamos era una cinta que mostraba a “Dennis”, un simpático desconocido, haciendo declaraciones sensacionalistas. Y, qué ironía, ver una sala llena de “iluminados” psíquicos dejándose embobar por una historia de un platillo estrellado, por la única razón de que finalmente había “alguna cosa tangible”. Abreviemos, la 4° trampa es aquella de la prueba material anunciada eternamente para dentro de muy poco tiempo”.

Trampa #5: La ilusión del coco

Un amigo de Vallée, interesado por la parapsicología, le cuenta una historia que le sucedió: “Me habían dicho que si me dirigía a un monasterio, a 2 horas de ruta de Benarés, podría encontrar a un hombre santo que tiene el poder de hacer aparecer un objeto en el interior de un coco sostenido por mis manos. Ellos no esperaban que yo lo hiciera. Pero, con obstinación de científico americano, fui inmediatamente al mercado local y compré un coco: me hice conducir al monasterio situado a dos horas de Benarés donde encontré a unos monjes que me llevaron hasta un hombre de una gran santidad que meditaba en su celda calurosa y polvorienta. El me asegura que podía hacer aparecer un objeto en el interior de un coco por el solo poder de su mente, pero me solicita que para eso yo me permitiera pensar que tenía un coco en mis manos”. En ufología, si el gobierno afirma que posee platillos en un hangar secreto y al cual ningún investigador puede pretender acceder, entonces estamos en la misma situación: ante una información absolutamente inverificable, le damos confianza ciega.

Trampa #6: La fusión de misterios

“Cuando dos eventos extraños (A) y (B) se producen en un intervalo próximo de tiempo y espacio, es natural para el sentimiento humano unirlos en un solo misterio. A menudo esto es un grave error. El hecho de que ciudadanos dignos de fe hayan visto extraños objetos volantes sobre Groom Lake (evento A) no confirma de manera alguna las afirmaciones de John Lear sobre la existencia de hangares donde guardan platillos (evento B) en la base aérea de Nellis. Incluso si estos discos existieran, nada prueba que esté vinculado al misterio de los OVNI. Se encuentra el mismo defecto en las declaraciones publicadas sobre el caso Roswell. Todo lo que sabemos, es que alguna cosa se estrelló en un rancho (evento A) y que el tema fue acallado por la fuerza aérea, con la explicación ridícula del globo sonda para negar el hecho. Los restos no parecen provenir de un objeto discoidal y no había cadáveres. En cambio, un disco y varios cuerpos fueron descubiertos a varios kilómetros de allí, casi una semana más tarde (evento B). ¿Dónde está el vínculo lógico entre ambos eventos y por qué los ufólogos los amalgaman automáticamente para hacer con estos dos eventos el “incidente Roswell”?.

Trampa #7: La amplificación del secreto

“Los que adhieren a la teoría extraterrestre acostumbran desplegar ante la televisión documentos gubernamentales abundantemente tachados por la censura, para probar que ellos están en lo cierto. El público adora el escándalo, y estos hombres obtienen un gran prestigio y acrecientan su influencia al sostener la tesis de que las agencias gubernamentales intentan disimular los hechos a todo precio. En realidad, la censura puede provenir de una gran variedad de razones totalmente banales, yendo desde la necesidad obvia de proteger los nuevos descubrimientos técnicos hasta la pura estupidez burocrática. Cuando se levanta la censura, el texto censurado revela las más de las veces ser de tipo netamente técnico. Los ufólogos han magnificado, simplemente, la naturaleza y el sentido del secreto.”

Vallée concluye así su exposición de las siete trampas:

“El hecho mismo de que los militares americanos hagan en secreto sus propias investigaciones, interroguen a los testigos y conduzcan discretos análisis en sus laboratorios, demuestra lo poco que saben del tema, ¡y no lo contrario! (...) ¿Sería necesario -se pregunta Vallée- emprender experiencias clandestinas, espiar a los grupos de investigación civil, o aún financiar por medios dudosos las investigaciones de ciertos ufólogos, si la fuerza aérea ya tuviera platillos volantes en sus hangares y pequeños extraterrestres bajo el bisturí de los cirujanos?. Todo indica una conclusión evidente: la expectativa de que vengan visitantes cósmicos es sistemáticamente alentada y explotada por diversos grupos, pues ella sirve a sus propios intereses.”

Tan heterodoxo para los creyentes que reducen el fenómeno a los platillos volantes como para los escépticos que descalifican cualquier testimonio, tal vez uno de los mejores regalos que nos deja esta mente que me inspira es su total honestidad, humildad y compromiso con la verdad: “Yo no puedo ofrecer la clave de este misterio. Únicamente puedo repetir: la búsqueda acaso sea inútil; la solución quizá quede siempre fuera de nuestro alcance; la aparente lógica de nuestras deducciones más elementales puede evaporarse. Tal vez lo que buscamos no sea más que un sueño que, pese a convertirse en parte integrante de nuestras vidas, nunca existió en realidad. No podemos estar seguros de que estudiemos algo real, porque no sabemos lo que es la realidad; únicamente podemos estar seguros de que nuestro estudio nos ayudará a entender muchas más cosas sobre nosotros mismos. Ésta no es una tarea inútil”.

Así sea.


Para saber más: Web de Jacques Vallée [inglés]

Jacques Vallée en Wikipedia [inglés]

Encuentros en la tercera fase [castellano]

On the Probablility of Extraterrestrials (1965)

Basic Patterns in UFO Observations (AiAA, with Dr. Claude Poher, 1975)

Classification System for Anomalies (English version, 1990)

Five Arguments Against the Extraterrestrial Theory (1990)

A Six-Layer Model (English version, with Dr. Eric Davis, 2003)

Are UFOs Related to Local Sidereal Time? (2007)


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